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Jun 02, 2023

Los bujes defectuosos en el brazo de control trasero de BMW generalmente significan una cosa en el taller: es necesario reemplazar todo el brazo de control, lo cual es costoso para el taller y el conductor. El fabricante MEYLE con sede en Hamburgo, Alemania, ofrece ahora una solución económica y respetuosa con el medio ambiente: compuesto por casquillos ranurados MEYLE-HD precomprimidos y listos para instalar y la herramienta de instalación correspondiente, el kit de casquillos ranurados MEYLE-HD permite la sustitución selectiva de Bujes en modelos seleccionados BMW Serie 5, Serie 6, Serie 7 y X5. La empresa dice que esto ofrece un "enorme ahorro de costos": en promedio, la solución MEYLE cuesta menos de una décima parte de los dos brazos de control OE.

MEYLE ha desarrollado una herramienta especializada para garantizar una instalación y extracción perfectas del casquillo y ofrece a los talleres un paquete completo con los casquillos ranurados y la herramienta listos para instalar. Los bujes ya están precomprimidos al tamaño de instalación y encerrados en un manguito de instalación, lo que garantiza una inserción óptima del buje ranurado y, por lo tanto, un ajuste perfecto dentro del brazo de control. Un beneficio para el taller: en lugar de comprimir el buje al tamaño e insertarlo en el brazo de control al mismo tiempo, la solución precomprimida elimina un paso que, de otro modo, podría generar problemas y errores importantes en la aplicación, según la empresa.

Otro detalle hace que el casquillo precomprimido sea especialmente fácil de usar: debido a que el manguito de instalación es más largo que el casquillo, la herramienta se guía durante la inserción, evitando que la herramienta se deslice. Los casquillos también se pueden pedir a MEYLE por separado, lo que permite volver a utilizar la herramienta en el taller. Con el kit de reparación inteligente, MEYLE ha creado una solución de servicio sostenible para reparaciones rentables y que ahorran recursos, dice la compañía.

También tiene beneficios medioambientales: producido con alta energía, el cuerpo de aluminio del brazo de control se puede utilizar de nuevo, y los residuos asociados con el uso de la solución de reparación se limitan a unas pocas piezas de goma y aluminio.

MEYLE también demuestra su valor en una comparación de peso: con 600 gramos, los dos casquillos MEYLE son más ligeros que el brazo de suspensión OE, que pesa casi 4 kg. Estos beneficios repercuten positivamente a lo largo de toda la cadena de valor: menores costes de producción, transporte y embalaje, de instalación y desmontaje y, en definitiva, menor necesidad de espacio de almacenamiento en el taller.

Los casquillos ranurados MEYLE-HD y la herramienta de instalación se exhibirán en Automechanika Frankfurt 2018 y también se presentaron para el Automechanika Innovation Award 2018.